Alberto Fernández propuso donar la mitad de su salario como presidente para “compensar” el daño por haber violado su propio decreto, que establecía una cuarentena estricta como modo de contener la pandemia.
Pero, ¿puede el dinero reparar los abrazos que nunca se dieron, las despedidas que quedaron truncas, el tiempo perdido o el daño psicológico del encierro de los que sí cumplieron las medidas contra el covid? La obsesión del populismo de repartir dinero para solucionar problemas o garantizar derechos.
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“Presidente, usted no se la va a llevar de arriba. No se lo vamos a permitir. Usted nos quitó muchas cosas: educación para nuestros hijos, abrazos con nuestra familia, festejos. Nos quitó el trabajo y la libre circulación durante un año. Usted no puede arreglar con plata tanto daño que nos hizo, tanto dolor, tanta humillación. ¿De qué le sirve la plata al papá de Abigail, al papá de Solange, a Gastón Recondo, o a los millones de chicos argentinos que dejaron la escuela definitivamente?”, dijo Jonatan Viale.
Comentario editorial de Jonatan Viale en “Pan y circo”, por radio Rivadavia – 25/07/21