Una respuesta a ““Lanata sin filtro”, de Jorge Lanata – 19/12/18”
marco lucas
En la Puna jujeña -La Siberia Argentina- marcan treinta mil desaparecidos y diez mil niños sin certificado de nacimiento ni certificado de defunción, en tráfico de menores, comercio de órganos, o que murieron por sobredosis de medicamentos, expuestas en nombre de la medicina “científica”, en experimentos; como, inoculación de cáncer en la mujer, de igual forma, la contaminación con plomo; no solo afecta a la madre, sino al otro ser que está en su vientre. Y los treinta mil entre niñas, niños, adolescentes y jóvenes; aparecen incinerados en espacios reducidos en diferentes puntos del país o extranjeros como Cuba, España, Oriente Medio…O vendidos como esclavas prostitutas, o en las tareas de la servidumbre o analfabetos en campos rurales. Confirma el acrecentamiento escaso o nulo de las poblaciones de la Puna Jujeña. Luego el genocidio argentino es latente, vinculante no a un proceso de reorganización nacional, sino a un proceso de reorganización política, una inducción al suicidio cultural que hoy llamamos etnocidio; que no permite la participación a una consulta previa. Y con el genocidio es, transformar la identidad del grupo oprimido e imponer la identidad del grupo opresor. Es seguir una estructura sociopolítica y jurídica, a una viabilidad en la explotación de los recursos naturales, sin consulta previa.
.- Se trata de Abra Pampa en la Puna Jujeña, condenados por la codicia capitalista de los empresarios y mineras, un desastre ambiental que aún no tiene responsables ni culpables, pero que la sufren miles de habitantes-.
-Un informe de la Universidad de Texas, dirigido por el argentino Ariel Dulitzky, dio cuenta de que el 81% de los chicos analizados mostraba altos niveles de plomo en sangre-
-. Por Quebrada y Puna-Jujuy- No tienen un hospital para tratar la contaminación con plomo, tampoco hospital de niños ni maternidad infantil. El analfabetismo sigue estando vinculado al hambre, la pobreza y la exclusión. No tienen educación infantil ni universidad nacional.
Una respuesta a ““Lanata sin filtro”, de Jorge Lanata – 19/12/18”
En la Puna jujeña -La Siberia Argentina- marcan treinta mil desaparecidos y diez mil niños sin certificado de nacimiento ni certificado de defunción, en tráfico de menores, comercio de órganos, o que murieron por sobredosis de medicamentos, expuestas en nombre de la medicina “científica”, en experimentos; como, inoculación de cáncer en la mujer, de igual forma, la contaminación con plomo; no solo afecta a la madre, sino al otro ser que está en su vientre. Y los treinta mil entre niñas, niños, adolescentes y jóvenes; aparecen incinerados en espacios reducidos en diferentes puntos del país o extranjeros como Cuba, España, Oriente Medio…O vendidos como esclavas prostitutas, o en las tareas de la servidumbre o analfabetos en campos rurales. Confirma el acrecentamiento escaso o nulo de las poblaciones de la Puna Jujeña. Luego el genocidio argentino es latente, vinculante no a un proceso de reorganización nacional, sino a un proceso de reorganización política, una inducción al suicidio cultural que hoy llamamos etnocidio; que no permite la participación a una consulta previa. Y con el genocidio es, transformar la identidad del grupo oprimido e imponer la identidad del grupo opresor. Es seguir una estructura sociopolítica y jurídica, a una viabilidad en la explotación de los recursos naturales, sin consulta previa.
.- Se trata de Abra Pampa en la Puna Jujeña, condenados por la codicia capitalista de los empresarios y mineras, un desastre ambiental que aún no tiene responsables ni culpables, pero que la sufren miles de habitantes-.
-Un informe de la Universidad de Texas, dirigido por el argentino Ariel Dulitzky, dio cuenta de que el 81% de los chicos analizados mostraba altos niveles de plomo en sangre-
-. Por Quebrada y Puna-Jujuy- No tienen un hospital para tratar la contaminación con plomo, tampoco hospital de niños ni maternidad infantil. El analfabetismo sigue estando vinculado al hambre, la pobreza y la exclusión. No tienen educación infantil ni universidad nacional.